¿Qué datos puede pedir un banco?
En líneas generales la normativa pide a las entidades dos cosas. En primer lugar, la correcta identificación del cliente persona física y titulares reales, dueños y administradores en caso de personas jurídicas, y en segundo lugar, la justificación del origen lícito del dinero de sus clientes.
¿Qué pasa si doy mi número de cuenta y CBU?
Se trata de un código de 22 dígitos que conlleva datos sobre el banco y el tipo de cuenta. Generalmente las personas y empresas informan el CBU para posibilitar una transferencia a la hora de cobrar un bien o un servicio. Sin embargo, al compartir este código pueden producirse dos estafas.
¿Cuáles son los datos que no hay que dar a un banco?
Justamente, el usuario o DNI y la clave bancaria son los datos que no hay que dar; nunca los va a pedir el banco por medio de un mail. Esta información solo la ingresa cada cliente por motu proprio.
¿Por qué compartir el código identificativo de una cuenta corriente?
Compartir el código identificativo de una cuenta corriente es bastante habitual, aunque siempre tendamos a darlo con cierto recelo. Por ejemplo, a veces lo compartimos para que un amigo nos haga una transferencia o si realizamos una venta por Internet, para que un tercero nos abone el montante de la compra.
¿Cuál es el número de mi cuenta bancaria?
El número de tu cuenta bancaria es drásticamente diferente al número de tus tarjetas, así que si algún día alguna persona u empresa pide esta información puedes estar casi seguro de que se trata de un fraude si estos no son de tu confianza y se comunican por los medios habituales.
¿Cuáles son los riesgos de compartir el código IBAN de una cuenta corriente?
El código IBAN de una cuenta corriente es como su DNI, es único y sirve para identificarla. De ahí que muchos usuarios consideren peligroso que otras personas tenga el número de una de sus cuentas corrientes y son reacios a compartirlo. Sin embargo, lo cierto es que los riesgos de compartir dicho código no son tantos.