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¿Qué provoca un ictus cerebral?
Un ictus ocurre cuando un vaso sanguíneo que lleva sangre al cerebro se rompe o es taponado por un coágulo u otra partícula. Debido a esta ruptura o bloqueo, parte del cerebro no consigue el flujo de sangre, oxígeno y glucosa, que necesita.
¿Cuál es la diferencia entre un ictus y un ACV?
La diferencia entre ictus y derrame cerebral es una muy básica: el derrame es un tipo de ictus, el hemorrágico, que es el que hace que la sangre se “derrame” por el cerebro debido a la rotura del vaso sanguíneo.
¿Cómo evitar el ictus?
La posibilidad de repetición del ictus es considerable durante los primeros tres meses de convalecencia, y hasta un 14\% en el primer año. De ahí que se considere tan importante el uso de aspirina para evitarlo, así como el estricto control de los factores de riesgo modificables (hipertensión arterial, hipercolesterolemia, diabetes, tabaquismo…).
¿Cuál es la eficacia del tratamiento de ictus graves?
Este procedimiento se ha de realizar en hospitales experimentados en el tratamiento de ictus graves, y de la forma más rápida posible, ya que, aunque hay pacientes que se pueden beneficiar hasta 24 horas después del ictus, la eficacia del tratamiento disminuye de forma drástica con el retraso al mismo.
¿Cómo tratar un ictus isquémico?
Para ello, los médicos pueden tratar de inyectar medicamentos que disuelvan el coágulo o el trombo y recuperar el flujo sanguíneo, en caso de tratarse de un ictus isquémico (por taponamiento). En la actualidad, el ácido acetilsalicílico o aspirina sigue siendo el fármaco principal para conseguirlo.
¿Por qué es importante acudir a rehabilitación tras un ictus?
Es frecuente que, tras algunos ictus importantes, el paciente deba acudir a rehabilitación, en especial si ha llegado a producirse el infarto (muerte) de alguna región del cerebro, ya que hay que conseguir en la medida de lo posible que otro área del cerebro pase a controlar las funciones que antes controlaba la zona afectada.