Tabla de contenido
¿Qué pasa si el demandado no se encuentra en la casa?
El demandado no se encuentra en la casa. En este caso se dejará una nota donde se dice el día y la hora en que se volverá. Además, no importa que el demandado no esté en casa. Mientras esté alguien más, se puede proceder con el embargo. El demandado ya no vive en esa casa. Se toma nota del asunto y el ejecutor se retira sin dejar ninguna nota.
¿Cuál es la cantidad máxima por la que te pueden demandar?
No hay una cantidad mínima ni máxima por la que te pueden demandar. La cantidad por la que te demanden será la de la deuda. A veces las entidades también quieren que el demandado pague los gastos generados por el juicio, pero pocas veces se les concede.
¿Cómo saber si la demanda es real?
Para saber si la demanda es real o no, tienes a tu alcance una herramienta para saberlo de forma muy sencilla. Saca tu reporte especial del Buró de Crédito. En este sabrás si tu cuenta ha sido demandada de forma judicial, ya que aparecerá allí.
¿Qué pasa si el demandado no tiene el dinero para pagar la deuda?
El demandado no tiene el dinero para pagar la deuda que motiva la demanda. Si pasa esto se procede a embargar los bienes que se consideran suficientes para poder cubrir la deuda. Cuando se acaba el embargo, se emplaza al juicio con las copias de la demanda.
¿Qué pasa si alguien te da una demanda extrajudicial?
Además, si alguien te da una demanda extrajudicial, no la tengas en cuenta porque ésta no tiene ninguna vigencia legal ya que se encuentra fuera de lo judicial como bien indica el nombre. Si te la dan tómalo como una medida de presión.
¿Qué pasa si acaso eres demandado?
Si acaso eres demandado (un actuario debidamente identificado debe de notificarte), vas a juicio y el juez determinará, en base a tus posibilidades económicas, la manera en que deberás pagarle al banco.
¿Qué pasa cuando la demanda de un bien o servicio aumenta?
Sabemos que en la mayoría de los casos, cuando la demanda de un bien o servicio aumenta, el precio aumenta correlativamente. Cuando los bienes son considerados una necesidad para la sociedad, un cambio en la demanda no necesariamente implica un cambio en el precio. Lo recíproco también aplica.