Que pasa con el seguro del coche?

¿Qué pasa con el seguro del coche?

Y por ley, el requisito exigido para conducir un vehículo determinado es disponer de carnet de conducir en vigor. ¿Qué pasa entonces con el seguro del coche? Bien, para tranquilidad de todos podemos confirmar que un conductor que no figure en la póliza puede estar cubierto en caso de siniestro.

¿Qué pasa si el seguro cubre todo el siniestro?

Sin embargo, como hemos comentado antes, dependerá de lo que venga reflejado en las condiciones particulares de la póliza, pudiendo darse el caso de que el seguro cubra todo el siniestro sin exigir ninguna contraprestación o que obligue al asegurado a pagar una parte de la cuantía necesaria para la reparación de los daños.

¿Por qué es obligatorio contar con un seguro de coche?

Dado que es obligatorio contar con un seguro de coche que incluya unas coberturas básicas para conducir, a partir de ahí cada conductor elige las garantías que mejor se amolden a sus necesidades y decide incluir los conductores ocasionales en la póliza que vayan a conducir el vehículo de forma eventual.

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¿Quién puede conducir un coche asegurado?

Mucha gente piensa que sólo pueden conducir el coche asegurado aquellos que estén declarados en la póliza como conductor principal, secundario, ocasional o autorizado, mientras que hay otras personas que creen que mientras el coche tenga seguro, cualquiera puede conducirlo.

¿Qué hacer si se tiene un percance con el coche asegurado?

Además, hay que saber que si se tiene un percance con el coche asegurado, una persona no declarada como conductor principal, secundario, conductor ocasional o autorizado, o que no cuente con los mínimos de edad y carné; se expondrá a que la entidad aseguradora se lave las manos. Ahora bien, esto tampoco es definitivo.

¿Cuál es la cobertura del seguro si no el conductor no es responsable?

Cobertura del seguro si no el conductor no es responsable Si el conductor no habitual no es responsable del siniestro, es el seguro a terceros del responsable el que cubre los daños. Aunque a la hora de reclamar a la otra parte, la aseguradora puede poner algunas pegas, en función de las condiciones de la póliza.

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