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¿Qué parte de la Biblia habla de los deudores?
La parábola de los dos deudores es una de las parábolas de Jesús, que aparece en Lucas 7:36-50, donde Jesús explica que la mujer que lo ungió lo ama más que el anfitrión, debido a que sus pecados han sido perdonados. Hay escenas similares de personas ungiendo a Jesús encontradas en Mateo 26:6-13 y Marcos 14:3-9.
¿Qué dice la Biblia de los que prestan dinero?
Sin embargo, esa respuesta es prohibida por Dios: “sino que le abrirás libremente tu mano, y con generosidad le prestarás lo que le haga falta para cubrir sus necesidades” (Dt 15:8).
¿Qué significa la parábola de los dos deudores?
Jesús usó la parábola de los dos deudores para enseñar sobre el perdón y la misericordia. Esta parábola nos ayuda a entender la importancia del perdón en nuestras vidas y nos ayuda a apreciar el hecho de que un Dios bueno y justo nos ha perdonado a nosotros.
¿Qué dice la Biblia sobre las deudas?
Las deudas según la Biblia significan una forma de cadenas que limitan la libertad del ser humano. Y el que toma prestado es siervo del que presta. Cómo puedes observar, Dios considera que deber a otra persona, es una manera de estar “esclavizado” ¿Qué dice la Biblia sobre prestar a otras personas?
¿Qué dice la Biblia sobre las deudas pendientes?
No tengan deudas pendientes con nadie, a no ser la de amarse unos a otros. De hecho, quien ama al prójimo ha cumplido la ley. Romanos 13:8 ley amor Los malvados piden prestado y no pagan, pero los justos dan con generosidad. Salmo 37:21 dinero justicia dar
¿Qué dice la Biblia sobre los ricos y los deudores?
Ya que Jehová tu Dios te habrá bendecido, como te ha dicho, prestarás entonces a muchas naciones, mas tú no tomarás prestado; tendrás dominio sobre muchas naciones, pero sobre ti no tendrán dominio. Los ricos son los amos de los pobres; los deudores son esclavos de sus acreedores.
¿Qué dice la Biblia sobre el amor al dinero?
Manténganse libres del amor al dinero, y conténtense con lo que tienen, porque Dios ha dicho: «Nunca te dejaré; jamás te abandonaré». Sean vuestras costumbres sin avaricia, contentos con lo que tenéis ahora; porque él dijo: No te desampararé, ni te dejaré.