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¿Cuando los ancianos se caen?
En el anciano frágil las caídas suelen tener lugar durante el desarrollo de sus actividades de autocuidado, lo mismo que ocurre en mayores institucionalizados. Es un error asociar las caidas y el uso de sujeciones físicas, estas últimas no evitan las caidas y sin embargo tienen efectos secundarios debído a su uso.
¿Cómo podemos prevenir las caídas?
Tome los pasos correctos para prevenir las caídas
- Permanezca físicamente activo.
- Hágase una revisión de la vista y la audición.
- Averigüe sobre los efectos secundarios de los medicamentos que toma.
- Duerma lo suficiente.
- Limite la cantidad de alcohol que toma.
- Levántese lentamente.
¿Cómo prevenir caídas al paciente?
Barreras de seguridad para la prevención de caídas:
- Barandas arriba.
- Uso de frenos.
- Correcta iluminación.
- Alertas visuales ( Marcación del riesgo en la manilla y en identificador del paciente )
- Alerta auditiva y visual ( timbre de llamado)
- Escala de clasificación.
- Pasamanos en los baños.
- Antideslizantes en baño y escaleras.
¿Cuál es la mayor incidencia de caídas en los ancianos?
Algunos estudios de otros países han informado de una mayor incidencia de caídas en los ancianos de mayor edad 24,25,27.
¿Cómo afecta la edad a las personas ancianas?
No es infrecuente que las personas ancianas las sufran y, además, el riesgo aumenta con la edad y de forma más acentuada en la mujer. Y, para complicar aún más la situación, es un problema en el que se suele ‘reincidir’: de los mayores que se caen, aproximadamente la mitad volverá a tener otra caída en el siguiente año.
¿Por qué los ancianos reconocen bien por sí solos?
En este estudio epidemiológico hemos indagado las 2 causas o desencadenantes que, a juicio de los investigadores, los ancianos reconocen bien por sí solos: la caída accidental por factor extrínseco y la presencia de mareo antes de caer.
¿Por qué los ancianos ocultan que se han caído?
En numerosas ocasiones, los ancianos ocultan que se han caído porque simboliza torpeza e, incluso en algunos casos, por miedo a reprimendas. Además, en muchos casos, las caídas favorecen la búsqueda de una residencia o cuidadores, algo que limita su autonomía.