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¿Cuál es la Iglesia más importante del Imperio bizantino?
Tras un breve paréntesis de 85 años en su larga historia, Santa Sofía, la estructura bizantina más importante y uno de los más grandiosos monumentos del mundo, ha vuelto a ser lo que siempre fue: un lugar de culto.
¿Qué relacion tuvo el cristianismo con el Imperio Bizantino?
«Puesto que el Imperio Bizantino -comenta Henri Grégoire- es en líneas generales el Imperio Romano en su forma cristiana, no existe duda de que en Bizancio la Iglesia Cristiana automáticamente influye en la vida política y social, y en la vida de las letras y las artes tanto como en la vida religiosa del país»5.
¿Cómo se llamó la iglesia que propuso el emperador Justiniano?
La iglesia de Santa Sofía (Hagia Sophia) fue la mayor obra arquitectónica de Justiniano. Foto: Vía Wikimedia Commons. La era de Justiniano fue la época de mayor esplendor de Bizancio. Con él se fueron sumando territorios al Imperio y la cuenca del Mediterráneo volvió a ser romana.
¿Cuál fue el papel del emperador bizantino en la ortodoxia oriental?
Sin embargo, el papel del emperador bizantino como cabeza de la ortodoxia oriental fue reclamado por los grandes duques de Moscú empezando por Iván III. Su nieto Iván IV el Terrible se convertiría en el primer zar de Rusia (el título de zar proviene del latín caesar, ‘césar’).
¿Qué creen los seguidores de la Iglesia ortodoxa?
Los seguidores de la Iglesia Ortodoxa creen en un solo Dios, que, a la vez, es uno y trino: Padre, Hijo y Espíritu Santo, de una sola naturaleza e indivisible.
¿Cuáles son las Igrejas ortodoxas en Europa?
En Europa existen también la Iglesia ortodoxa griega y la serbia, entre otras. Aunque la mayoría de ortodoxos se concentran en Europa oriental y Cercano Oriente, también existen Iglesias ortodoxas en países americanos como Estados Unidos, México, Cuba, Venezuela, Argentina y Chile, entre otros.
¿Cuáles fueron las causas de la separación de las iglesias orientales y occidentales?
Esta expansión del cristianismo oriental provocó los recelos de Roma, y a mediados del siglo IX estalló una grave crisis entre el patriarca de Constantinopla, Focio y el papa Nicolás I, quienes se excomulgaron mutuamente, produciéndose la separación definitiva de las iglesias oriental y occidental.