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¿Cómo son las leyes en Finlandia?
La constitución es la ley más importante de Finlandia. Ninguna otra ley puede entrar en contradicción con ella. La constitución regula, por ejemplo, los derechos fundamentales de los residentes en Finlandia y cómo funciona el estado finlandés.
¿Qué politica tiene Finlandia?
Actualmente, Finlandia es una república parlamentaria y democrática, y es miembro de las Naciones Unidas desde 1955, así como de la Unión Europea desde 1995. La economía finlandesa es una de las más prósperas de Europa, basándose en los importantes sectores de servicios, así como de manufactura.
¿Cómo es la libertad en Finlandia?
Según el informe anual de Freedom House (2019), los finlandeses, junto con los suecos y los noruegos, son los más libres del mundo. Esta entidad no gubernamental mide la libertad a partir de dos variables principales: por una parte, los derechos políticos y por otra, los derechos civiles.
¿Cuál es la ley más importante de Finlandía?
La ley más importante de todas es la constitución (perustuslaki). Todo aquel que viva en Finlandia debe cumplir las leyes finlandesas. También las autoridades deben cumplir la ley. Las leyes las aprueba el parlamento.
¿Cuáles son las leyes finlandesas?
Todos los residentes en Finlandia o quienes se encuentren transitoriamente en el país deben cumplir las leyes finlandesas. Existe escolarización obligatoria entre los 7 y los 18 años de edad aproximadamente. Las personas que trabajan en Finlandia a menudo deben pagar a Finlandia parte de su salario en forma de impuestos.
¿Qué es la Ley de igualdad en Finlandía?
Se puede encontrar más información sobre la ley de igualdad en la página de InfoFinland No discriminación e igualdad. La ley de protección de la infancia (Lastensuojelulaki) determina que todo niño residente en Finlandia tiene el derecho a recibir cuidados y a disfrutar de un entorno seguro para su desarrollo.
¿Qué derechos tienen las personas en Finlandia?
Todas las personas pueden elegir su lugar de residencia y circular libremente por Finlandia. Todas las personas tienen derecho a la defensa de su privacidad. Nadie puede leer las cartas de otra persona ni escuchar sus conversaciones. Todas las personas pueden elegir libremente su propio credo. Si no se desea, no es necesario escoger ninguno.