¿Cómo se producen las perlas de Río?
Las perlas de río se producen de forma natural, pero también pueden ser “cultivadas” por el hombre. Estas no son tan “perseguidas” pues no ser las que comúnmente se comercializa pero pueden llegar con mayor facilidad a nuestras manos.
¿Cuál es el color de las perlas de Río?
Las perlas de río pueden ser de color blanco, rosado o purpura. Se puede obtener perlas negras tiñendo el núcleo al momento de cultivarlas. Hablemos un poco sobre la calidad de las perlas de río naturales.
¿Cuál es el origen de las perlas?
Las perlas son las gemas más antiguas conocidas hasta los momentos y también son las únicas de origen orgánico, que se originan del carbonato de calcio combinándose con sustancias orgánicas producidas por los moluscos. Estas se forman en el interior de moluscos marinos o de rio cuando detectan un compuesto extraño en su interior.
¿Cómo se cultivan las perlas?
Estas perlas son cultivadas en bahías, lagos y ríos y en diferentes tipos de mejillones de agua dulce. El procedimiento de cultivo consiste en introducir dentro del mejillón un núcleo y esperar a que el mismo lo vaya recubriendo con su nácar o madre perla hasta formar la perla en sí.
¿Qué es Perla y para qué sirve?
Perla. Perla es un fármaco que se clasifica como anticonceptivo oral combinado (AOC). Está compuesto por dos tipos de hormonas. Por un lado, el progestágeno como el Levonogestrel y por otro lado el estrógeno como el Etinilestradiol. Estas hormonas cumplen diversas funciones, entre las que se encuentra, la prevención del embarazo no deseado.
¿Cuáles son las propiedades de la perla?
Esotéricamente, se les atribuye propiedades de atraer la fortuna a quien las posee, además de atraer la felicidad y las buenas energías. Mientras que emocionalmente se dice que la perla tiene la facultad de absorber las energías negativas, ya sean propias o ajenas y ayuda a controlar las emociones violentas.
¿Cómo limpiar las joyas hechas con perlas de Río?
Cada cierto tiempo las joyas hechas con perlas de río pueden ser lavadas con un jabón delicado y secadas con un paño suave que no suelte pelusa ni raspe la superficie de la perla, con la finalidad de eliminar restos de sudor, cremas, colonias, etc.