Tabla de contenido
¿Cómo lograr que los hijos hagan sus cosas de manera oportuna sin tener que estar constantemente detrás de ellos?
Nueve pasos para una crianza más eficaz
- Estimule la autoestima de su hijo.
- Reconozca las buenas acciones.
- Establezca límites y sea coherente con la disciplina.
- Hágase un tiempo para sus hijos.
- Sea un buen modelo a seguir.
- Haga de la comunicación una prioridad.
- Sea flexible y esté dispuesto a adaptar su estilo de crianza.
¿Qué hacer con una madre posesiva y controladora?
Expresa tus deseos clara y coherentemente. Habla con tu madre de vez en cuando. Ella puede ser controladora debido a que no sabe lo que pasa en tu vida. Por tanto, puede exagerar y tratar de controlar todo lo que se relacione contigo, esperando convertirse nuevamente en una figura importante a medida que creces.
¿Cómo guiar a sus hijos?
Siete consejos para guiarlos
- Ayuda a tu hijo a darse cuenta de cuánto importa.
- Exalta las diferencias.
- Sostén conversaciones pequeñas y frecuentes.
- Modela una vida llena de propósito, alegría y satisfacción.
- Bríndale oportunidades para la exploración.
- Fomenta el trabajo voluntario.
- ¡Sé paciente!
¿Qué le pasó a los hijos de Elí?
Resumen: Los hijos de Elí no fueron honestos ni respetuosos con los asuntos del ministerio que Dios puso en sus manos. Por ello habrían de tener el mayor castigo.
¿Qué dice el registro de los hijos de Elí?
El registro dice: “Ahora bien, los hijos de Elí eran hombres que no servían para nada; no reconocían a Jehová.
¿Por qué los hijos de Elí no escucharon a su padre?
Los hijos de Elí no escucharon a su padre pues ya Dios había determinado quitarlos de este mundo. Esta determinación del Señor es comprensible, dado el desprestigio y el daño que Ofni y Finees habían hecho al Tabernáculo y a Israel. El sacerdote les advirtió, no los juzgó condenándoles, sólo condenó su actuación y Dios tomó la decisión.
¿Qué le decía el sirviente a los hijos de Elí?
Sin embargo, cuando la gente apenas iba a quemar la grasa, venía un sirviente de los hijos de Elí y le decía al que presentaba la ofrenda: «Dame la carne que le toca al sacerdote, para que yo se la prepare. Debo llevarla cruda porque el sacerdote no la quiere ya cocida».