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¿Cómo evaluar a un alumno de educación especial?
La Evaluación El papel del evaluador es determinar si existe una discapacidad y escribir un reporte explicando qué es lo que puede hacer tu hijo y en qué necesita ayuda para hacer. Este es el primer paso en el proceso de determinar si tu hijo necesita servicios de educación especial.
¿Quién determina las NEE?
“En concreto, los profesionales encargados de diagnosticar las NEE, varían dependiendo de las características de las necesidades detectadas en los estudiantes, pero principalmente son: profesores de Educación Diferencial, psicólogos, fonoaudiólogos y médicos, por ejemplo, oftalmólogos, otorrinolaringólogos, neurólogos …
¿Quién evalua en el proceso de enseñanza aprendizaje?
Es la evaluación que habitualmente lleva a cabo el profesor con los alumnos”. La Coevaluación es aquella que hacen los estudiantes entre ellos mismos. En palabras de Casanova (1998; p. 97) “La coevaluación consiste en la evaluación mutua, conjunta, de una actividad o un trabajo determinado realizado entre varios”.
¿Qué es la evaluación de los alumnos con Necesidades Educativas Especiales?
La Evaluación de los alumnos con necesidades educativas especiales. Criterios. La evaluación del aprendizaje consiste en comparar lo que los niños conocen y saben respecto a las metas establecidas y a su situación antes de comenzar el curso.
¿Qué es la educación especial?
La educación especial debe estar reflejada no únicamente en un salón donde se deposita a los alumnos con dificultades, sino como una medida de integración para trabajar sobre las dificultades cognitivas y abordarlas de tal forma que todo el alumnado pueda hacerse con los conocimientos, normas y reglas para la vida en sociedad.
¿Qué hace un docente de Educación Especial?
El Docente de Educación Especial apoya en el ejercicio de evaluación, cuando el niño con déficit visual está integrado en básica regular. La evaluación a educandos con necesidades especiales por déficit auditivo.
¿Qué son las escuelas especiales?
Inicialmente, las escuelas especiales se consideraban «cajones de sastre» donde se contaba con alumnos de muy diversa naturaleza que no podían ser atendidos en la escuela ordinaria.