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¿Cómo abrir una cuenta a nombre de una sociedad?
Lo tendremos que pedir en el Registro Mercantil Central (en Madrid C/ Príncipe de Vergara, 94). Una vez que tengamos el certificado del nombre deberemos acudir a una entidad bancaria para abrir una cuenta a nombre de la sociedad, ingresando en ella el capital mínimo exigido, en una S.L. es de 3005,6 €.
¿Qué requisitos precisa la empresa para contratar una cuenta en el banco?
En el caso de persona jurídica (empresas) Escritura completa de constitución inscrita en el Registro Mercantil y estatutos de la sociedad en vigor. Escritura de nombramiento de apoderados vigente e inscrita en el Registro Mercantil. DNI/NIE de los apoderados y CIF de la sociedad.
¿Cómo abrir una cuenta comercial para mi sociedad limitada?
Dependiendo del banco que escojas para abrir la cuenta comercial para tu sociedad limitada, podrás aprovechar ofertas iniciales de apertura, como transacciones electrónicas a bajo costo o directamente gratuitas, asesoría personalizada o atractivas tasas de interés.
¿Por qué es importante abrir una cuenta bancaria para tu sociedad limitada?
La apertura de una cuenta bancaria para tu sociedad limitada es de gran utilidad para administrar tu negocio y desempeña un importante rol para su crecimiento. Si ya llegó el momento de hacerlo, puedes optar entre varios tipos de cuenta en función de tus intereses empresariales.
¿Qué es la cuenta corriente comercial y para qué sirve?
La cuenta corriente comercial resulta bastante funcional para la agilidad de las transacciones de tu empresa, ya que permite el retiro o depósito de fondos con una tarjeta de débito, emitir cheques, transferir o recibir dinero de forma electrónica, además de permitir la conveniente distinción entre contabilidad personal y comercial.
¿Cuáles son los requisitos para abrir una cuenta corriente?
En todos estos casos la persona (o personas) que actúan en nombre de la sociedad lo hacen como apoderados y van a necesitar acreditar ante la sucursal bancaria que tienen poder suficiente para poder abrir esa cuenta corriente y, luego, para poder operar con ella.