Tabla de contenido
¿Qué es ser una persona de mala fe?
La mala fe es actuar sin seguir un estándar de conducta donde se indica como se debe comportar una persona ante una determinada situación. No se sigue el modelo de conducta social que se considera adecuado.
¿Qué es la buena fe objetiva?
La buena fe objetiva entra en juego cuando alguien actúa de conformidad con un derecho formalmente existente o cuando se trata de establecer obligaciones o deberes que no aparecen creados formalmente, es decir, se trata de completar o corregir una regulación aparentemente conforme con las reglas aplicables.
¿Qué es buena fe subjetiva?
La clasificación tradicional de la buena fe distingue: 1) buena fe objetiva: la buena fe actúa como regla de conducta, portadora de normas en sí, o generadora de normas concretas; 2) buena fe subjetiva: la buena fe consiste en la condición de un sujeto en una condición jurídica dada, con referencia al conocimiento que …
¿Qué es la buena fe subjetiva y objetiva?
Se lo puede clasificar según dos tipos: 1) buena fe – lealtad u objetiva y 2) buena fe – creencia o subjetiva. Alude el primer tipo a la buena fe debida entre personas relacionadas jurídicamente, en especial, en lo contractual. El segundo se refiere a la misma creencia del sujeto de poseer legítimamente un derecho.
¿Cómo se configura la mala fe?
Dicta que se presumirá que ha existido temeridad o mala fe cuando se presenten los siguientes casos: 1. Cuando sea manifiesta la carencia de fundamento legal de la demanda, excepción, recurso, oposición o incidente, o a sabiendas se aleguen hechos contrarios a la realidad. 2. Cuando se aduzcan calidades inexistentes.
¿Qué es el deber de diligencia?
El deber de diligencia establece el modelo de conducta a seguir por los administradores sociales para cumplir con las obligaciones que se derivan de la Ley, los estatutos, los acuerdos de la Junta y del Consejo de administración, que sean necesarios para el desarrollo y consecución del interés social.
¿Cuándo se presume la diligencia del administrador?
Según esta norma se presume la diligencia del administrador siempre y cuando tome las decisiones cumpliendo con los deberes generales y escogiendo entre las diferentes alternativas la más conveniente para los intereses de la sociedad.
¿Qué es el deber de legalidad?
El deber de legalidad forma parte del deber de diligencia [1]. En efecto, afirma la ley que los administradores «deberán desempeñar el cargo y cumplir con los deberes impuestos por las leyes y los estatutos con la diligencia de un ordenado empresario» (art. 225.1 LSC).