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¿Qué distancia hay entre Babilonia y Jerusalén?
871 km
La distancia entre Jerusalén y Babilonia (ciudad) es de 871 km.
¿Cuántos israelitas fueron llevados cautivos a Babilonia?
En aquel tiempo los servidores de Nabucodonosor, rey de Babilonia, subieron contra Jerusalén; y la ciudad fue sitiada…. Y llevó en cautiverio a toda Jerusalén: a todos los magistrados, a todos los guerreros valientes (un total de diez mil cautivos), y a todos los herreros y artesanos.
¿Qué rey fue llevado cautivo a Babilonia?
rey Nabucodonosor
Los babilonios, guiados por el rey Nabucodonosor, atacaron Jerusalén y se llevaron cautivas a muchas familias ricas, educadas y poderosas de Jerusalén. El capítulo 24 de 2 Reyes marca el comienzo del fin de Judá.
¿Cuántas veces fue destruido el templo de Jerusalén?
2 Reconstruido y ampliado por Herodes, el Templo fue a su vez destruido por las tropas romanas al mando de Tito en el año 70, en el Sitio de Jerusalén, durante la revuelta de los zelotes. Su principal vestigio es el Muro de las Lamentaciones, también conocido como Kotel o Muro Occidental.
¿Por qué los israelitas van a hacer el largo viaje a Jerusalén?
Y esto van a hacer los israelitas. Pero no todo israelita que se halla en Babilonia puede hacer el largo, largo viaje a Jerusalén. Es un viaje bien largo, de unos 800 kilómetros, y muchos de los israelitas están muy viejos y enfermos para ello. Hay otras razones también.
¿Qué pasó con los babilonios?
Unas tres mil personas, pertenecientes a las familias más poderosas del país, fueron deportadas a Babilonia, junto con el mismo rey. Aun así, los babilonios respetaron el trono de Judea, en el que pusieron a un pariente del rey depuesto.
¿Qué regalos reciben los israelitas que vuelven a Jerusalén?
Por eso, los israelitas que vuelven a Jerusalén reciben muchos regalos. También, Ciro les da los tazones y las copas que el rey Nabucodonosor había quitado del templo de Jehová cuando destruyó a Jerusalén.
¿Por qué los israelitas no van a construir a Jerusalén?
Es un viaje bien largo, de unos 800 kilómetros, y muchos de los israelitas están muy viejos y enfermos para ello. Hay otras razones también. Pero a los que no van, Ciro les dice: ‘Den plata y oro y otros regalos a los que van a volver para construir a Jerusalén y construir su templo.’