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¿Cómo se salvó Ulises y la tripulación del canto de las sirenas?
Para evitar su influjo, Ulises siguió el consejo de Circe y ordenó que todos los hombres de la nave se tapasen los oídos con cera para no escuchar el canto de las sirenas. Mientras esta operación se llevaba a cabo, Ulises se ató al mástil del barco con los oídos descubiertos, sin cera alguna.
¿Cómo son las sirenas según Homero?
En la mitología griega, las sirenas eran criaturas híbridas con cuerpo de ave y rostro de mujer que atraían a los marineros con sus hipnóticos cantos, conduciéndolos a un destino fatal. Homero las mencionó por primera vez en su célebre Odisea, dando paso a infinidad de leyendas e historias fabulosas.
¿Quién enseño a Ulises como librarse de las sirenas?
¿Quién le enseñó a Ulises cómo librarse de las sirenas? La diosa Parca.
¿Qué representan las sirenas en la Odisea?
De acuerdo con esto, las sirenas estarían en su canto transmitiendo éste conocimiento esencial en la certeza de que ningún hombre podría, ocasionalmente, echar un vistazo o dejar de hacerlo, sino que su escucha les religaría en sus vidas como orden irrebatible, único modo adecuado.
¿Cuáles fueron las funciones de los marineros?
Los marineros, las propias de la marinería. La maestranza embarcada, como los calafates, buzos o boteros, obras de reparación, conservación y recuperación. Los oficiales y mandos dirigían y organizaban la embarcación. Otros oficios, como despenseros, cirujanos, capellanes y hombres de guerra, contaban con unas funciones bien delimitadas.
¿Qué pasó con los marineros que abandonaron a su suerte?
En una de las travesías de Colón, unos marineros con escorbuto sabedores de su destino, pidieron al capitán que los dejasen en una isla para morir con dignidad. Tiempo después, al pasar la nave otra vez por la isla en su regreso, vieron que aquellos marineros que abandonaron a su suerte seguían vivos y estaban completamente recuperados.
¿Cómo era el ocio en los barcos?
Pero en los barcos también había tiempo de ocio. Los dados y los naipes, estos últimos menos usuales por ser más caros, eran los juegos preferidos de la tripulación, con los que se divertían y apostaban su patrimonio, llegando incluso a las manos.