¿Qué pasa si no me quieren vender un producto?
Las denuncias ante la Profeco se pueden realizar en el Teléfono del Consumidor (01 800 468 8722) o asistir a alguna de las delegaciones de Profeco en todo el país.
¿Qué debo exigir al realizar una compra?
Existen los siguientes derechos del consumidor después de hacer una compra:
- Derecho a garantía legal.
- Derecho a reparación e indemnización.
- Derecho a retracto.
- Derecho a plazo para pedir compensación.
- Derecho a educación para un consumo responsable.
- Derecho a seguridad en el consumo.
¿Dónde denunciar una tienda?
Marca al Teléfono del Consumidor (Telcon) 5568 8722, para la Ciudad de México y área metropolitana, o al 800 4688722, del interior de la República, de lunes a viernes de las 09:00 a las 18:00 horas.
¿Es ilegal ingresar a Estados Unidos más de un producto falsificado?
“Sin embargo, es ilegal ingresar a Estados Unidos más de un producto falsificado por clase de productos”, es decir, más de un bolso falso o un par de gafas de sol falsos. “Más de eso puede considerarse como tráfico ilegal”. En Estados Unidos, el Departamento de Seguridad Nacional combate el tráfico de productos falsificados (vídeo en inglés).
¿Cuál es el delito de comprar productos falsificados?
Comprar productos falsificados no es un delito sin víctimas. El comprador priva a los diseñadores y a otros propietarios de los derechos de autor del fruto de su trabajo y transfiere esas ganancias injustamente a otros.
¿Qué pasa si comprar productos falsos de diseño?
Comprar productos “falsos” de diseño (productos que tienen el logotipo o la etiqueta de un diseñador pero no fueron fabricados por la compañía del diseñador) infringe los derechos de propiedad intelectual del diseñador. Comprar productos falsificados no es un delito sin víctimas.
¿Cuánto cuestan los productos falsificados?
(Ian Law/Shutterstock) Se calcula que los productos falsificados cuestan a la economía mundial unos 250.000 millones de dólares al año. Esa cifra se traduce en pérdidas de ingresos para los negocios legítimos de los diseñadores y para sus empleados —y como consecuencia, en la pérdida de puestos de trabajo.