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¿Por qué los hijos se pelean?
Los hijos se pelean no por cosas, sino para afirmar su identidad, por el amor y la atención de los padres, y también para poner a prueba sus límites y los de los demás. El niño aprende que si él pega o insulta a su hermano, también puede recibir lo mismo en cambio. El papel de los padres es fundamental en este sentido.
¿Cómo ayudar a los niños a enfrentar una pelea?
Reforzar que expresen sus propias emociones con palabras cuando hay un conflicto, como “estoy enfadado”, “estoy triste” o “esto que estás haciendo no me gusta” No tomar partido por uno u otro. Es importante que los niños perciban que no estamos favoreciendo a ninguno cuando hay una pelea (a menos que esté en juego la seguridad de alguien).
¿Cómo manejar las peleas entre hermanos?
RESPUESTA. Los padres y madres tienen diferentes formas de manejar las peleas entre hermanos: algunos optan por consolar a los heridos y reprender al agresor. Mientras que otros progenitores piensan que los niños deben aprender a resolver los conflictos por sí mismos. Entre las pautas que nos pueden ayudar a lidiar con estas situaciones están:
¿Por qué los padres rivalizan a nuestros hijos?
Los padres no somos culpables de eso, somos el motivo por el que rivalizan nuestros hijos y lo único que podemos hacer ante ello es mostrar nuestro afecto a cada uno de ellos por igual, atenderles de manera exclusiva en tantas ocasiones como sea posible y no hacer comparaciones. De manera que sientan que les queremos a cada uno tal como es.
¿Qué son las peleas entre hermanos?
Las peleas entre hermanos suelen aparecer a los 5 o 6 años. Los hijos se pelean no por cosas, sino para afirmar su identidad, por el amor y la atención de los padres, y también para poner a prueba sus límites y los de los demás. El niño aprende que si él pega o insulta a su hermano, también puede recibir lo mismo en cambio.
¿Por qué los padres se preguntan si el conflicto se repite una y otra vez?
Hasta cierto punto, hay padres que consiguen controlar y poner orden a la situación, pero cuando el conflicto se repite una y otra vez, día tras día, no hay control que de un resultado positivo, lo que hace que los padres se pregunten si esta situación es normal, si son sólo cosas de la edad, o en qué se están equivocando.