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¿Que rezar en la consagración?
¡Oh Sagrado Corazón de Jesús! Te adoro con toda mi alma y te consagro para siempre jamás, todos mis pensamientos, mis palabras y obras. ¡Ojalá pudiera, oh divino Corazón, consagrarte tantas adoraciones, tanto amor y tanta gloria como Tú consagras a tu eterno Padre!
¿Cómo debemos comportarnos y cuáles son las actitudes en el momento de la consagración del cuerpo y la sangre de Cristo?
La forma correcta es extender la mano izquierda con la palma hacia arriba y con la mano derecha colocada debajo de la izquierda (si se es diestro), y así recibir la hostia. Se reitera que es importante tomar y consumir la hostia en presencia del sacerdote antes de retirarte para regresar a tu asiento.
¿Qué es lo que dice el padre cuando levanta la ostia?
El sacerdote colocará la hostia en la lengua después de que se pronuncie “amén”. Se indica que si el fiel está de pie debe hacer una señal de reverencia antes de recibir la hostia. En ese momento, el sacerdote levanta la hostia y dice: “El cuerpo de Cristo”, a lo que se responde “amén”.
¿Qué es la consagración?
¿Qué es la consagración? En la religión, la palabra consagración se utiliza comúnmente en referencia a la ordenación oficial de una persona para ser un pastor, sacerdote o misionero. Este uso implica que la consagración es algo que está reservado para una categoría especial de personas.
¿Qué significa la consagración en la Biblia?
Representaba al Señor Jesús ofreciendo Su vida al Padre para hacer Su voluntad. Este sacrificio era de gran valor para Dios, y de el podemos aprender muchas cosas acerca de la consagración. Señor, ¿qué quieres que yo haga?
¿Cuál es el resultados de la consagración?
EL RESULTADO DE LA CONSAGRACIÓN es que yo muero a mis propios planes y aspiraciones; y que vivo para hacer la voluntad de Dios. EL SEÑOR JESÚS ES NUESTRO EJEMPLO. Él no vino al mundo para hacer Su propia voluntad o para ser grande ante los ojos de los hombres. Él vino para hacer la voluntad de Su Padre.
¿Por qué es importante la consagración en la iglesia?
En la Consagración se percibe el mayor fervor y respeto en la iglesia. Sabemos que es un momento sumamente importante. Nos arrodillamos llenos de devoción para darle la bienvenida a Cristo, Rey y Señor nuestro, sin embargo podemos caer en el peligro de ser simples espectadores de este milagro.