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¿Cómo tratar a una mujer controladora?
Cuando se trata de lidiar con una persona controladora, es necesario mantener la calma, entender de dónde proviene su comportamiento y evitar la situación siempre que sea posible….Ten en cuenta que es posible que no te escuche.
- Reconoce esto por lo que es.
- Llama la atención de la persona.
- Mantén registros muy buenos.
¿Qué es ser una mujer controladora?
Las personas controladoras son aquellas que quieren controlar todas las situaciones en las que se encuentran y que dictan a aquellos que tienen cerca cómo tienen que comportarse. Todo está planificado, calculado y organizado según lo que ellas ha decidido con un extremado rigor.
¿Cómo ayudar a una persona controladora?
- Nunca intentes controlar a un controlador. Sé asertivo y dile claramente lo que piensas, pero ni te hagas la víctima ni le digas lo que tiene que hacer.
- Exprésate con tacto y diplomacia.
- Establece límites.
- Resta importancia a determinadas situaciones.
¿Cómo saber si una mujer es controladora?
Síntomas de una persona controladora
- Criticar constantemente a tu pareja, para ejercer control sobre sus actos, pensamientos y palabras.
- Aislar a tu pareja, para que no tenga un círculo de amigos propio.
- Acusarla constantemente de no saber hacer nada.
- Con frecuencia lanzar amenazas pasivas o activas.
¿Cómo actúan las personas controladoras?
Es muy frecuente que las personas controladoras actúen como si fuese totalmente normal anticiparse a las decisiones del otro y tomarlas ellos mismos por la otra persona. La excusa puede ser “no perder tiempo”, “hacer lo correcto para todos”, etc.
¿Qué es la personalidad controladora?
Buena parte de la personalidad humana queda definida por el modo en el que nos relacionamos por los demás. Las personas controladoras, en concreto, expresan una de las facetas más problemáticas de su manera de comportarse a partir de actitudes que limitan la libertad del resto.
¿Por qué los controladores se asustan?
Los controladores se asustan si piensan que van a romper con ellos. Él va a hacer cualquier cosa: llorar, suplicar y prometer cambiar (sobre todo prometer cambiar). Recuerda, tú no eres responsable de él. No vuelvas con él: en vez de cambiar, simplemente va a construir un muro más alto y hacer que sea imposible para ti salir de nuevo.