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¿Qué características debe reunir el fin de un fideicomiso?
El fideicomiso debe tener su duración expresamente. Siempre debe haber una finalidad lícita en la fiducia, que debe quedar muy clara cuando se celebra el contrato. Tanto el fundador y administrador y/o el beneficiario pueden ser persona natural o jurídica.
¿Cuáles son las características del fideicomiso?
El fideicomiso es un acto jurídico de confianza en el que una persona entrega a otra la titularidad de unos activos, con el objeto de que esta última los administre o disponga de ellos, en función de ciertos fines, para el beneficio de un tercero.
¿Qué es el fideicomiso y sus características?
UN FIDEICOMISO ES: Una operación mercantil mediante la cual una persona -física o moral- llamada fideicomitente, destina ciertos bienes a la realización de un fin lícito determinado, encomendando ésta a una Institución de Crédito (Art. 381 de la Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito).
¿Cómo se puede vencer un fideicomiso?
Al vencimiento del fideicomiso, se dice que se extingue el mismo. El vencimiento también se puede dar por la realización de los objetivos que se plantearon al empezar el fideicomiso. Igualmente por fallecimiento del fideicomitente o la persona beneficiaria. También puede vencer por disolución del ente fiduciario (hablando de personas jurídicas).
¿Quién creó el Fideicomiso?
«Fideicommissum». (5) Fue el emperador Adriano quien dio el primer paso para la equiparación de los fideicomisos a los legados. En un principio, el fideicomiso, como institución del Derecho honorario imperial, quedaba fuera del ius civile, y era, por tanto, accesible a los peregrinos.
¿Qué es un fideicomiso privado?
Un fideicomiso es privado cuando se constituye por cualquier ciudadano (persona natural) o también persona jurídica. Aquí el beneficio será privado. Esto a diferencia del fideicomiso público, cuyo interés es social. ¿Cuándo vence un fideicomiso?
¿Cuáles son los requisitos para hacer un fideicomiso?
Antiguamente, para llevar a cabo un fideicomiso no era obligatorio ningún requisito, ya que solo bastaba con la voluntad de las partes. Así mismo, para finiquitarlo sólo era necesaria la buena voluntad entre las partes. Con el paso de los años, el imperio romano creó una jurisdicción de pretores para fideicomisos.